La adjudicación del Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, ha sorprendido a propios y extraños. Y no es para menos, ya que el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estaba en la lista de probables adjudicatarios, pero dicha espectativa se ha convertido en un tema menor frente a la infamia de adjudicar un premio del "prestigio" del Nobel a un personaje absolutamente nefasto para los pueblos de América Latina y sobre todo teniendo en cuenta el argumento esgrimido: "por su incansable trabajo por la democracia", una apreciación que no resiste el...