
Un Nobel infame

La adjudicación del Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, ha sorprendido a propios y extraños. Y no es para menos, ya que el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estaba en la lista de probables adjudicatarios, pero dicha espectativa se ha convertido en un tema menor frente a la infamia de adjudicar un premio del "prestigio" del Nobel a un personaje absolutamente nefasto para los pueblos de América Latina y sobre todo teniendo en cuenta el argumento esgrimido: "por su incansable trabajo por la democracia", una apreciación que no resiste el menor análisis y que sólo lo podemos calificar de un premio para incentivar la guerra. Analizamos brevemente la historia del Premio y cotejamos los postulados de su fundación con la trayectoria de la señora premiada.
Alfred Nobel, fue un químico e industrial sueco. También fue un inventor. Su invento más resonante fue la dinamita y su empresa, Bofors, fabricaba armamentos. Nació en Estocolmo, Suecia, el 21 de Octubre de 1833 y falleció, a los 73 años, el 10 de Diciembre de 1906, en San Remo, al noroeste de Italia, en la costa mediterránea. Se dice que Nobel legó toda su fortuna para la creación de este Premio debido a un "arrepentimiento" al estilo Einstein, por la utilización que se hacía de su invento. Sin embargo la Fundación Nobel, se constituyó recien el 29 de junio de 1900, cuatro años después de su muerte y el primer Nobel se entregó al año siguiente por lo que Nobel no pudo ver su proyecto en acción.
Alfred Nobel - Creador de los premios que llevan su nombre
A la pregunta de si es verdad que Nobel se arrepintió de sus inventos destructivos, la IA contestó: “La historia de que Alfred Nobel se arrepintió de sus inventos destructivos, especialmente de la dinamita, es ampliamente difundida, pero carece de pruebas oficiales que la confirmen. Aunque se afirma que creó los Premios Nobel como una forma de compensar el daño causado por sus inventos, esta versión es considerada más una leyenda que un hecho verificado, ya que no existe una fuente oficial donde Nobel haya hecho esta afirmación explícitamente. Sin embargo, hay indicios de que Nobel sentía un cierto complejo de culpa por el uso bélico de sus creaciones, lo que podría haber influido en su decisión de legar su fortuna para fundar los premios. Sin embargo, nunca renegó del negocio de la guerra y en una carta a la activista pacifista Bertha von Suttner defendió el efecto disuasorio de las armas, su legado se ha asociado con un intento de redención.”
Respecto de esto, se dice que un evento clave que influyó en su decisión fue la publicación de un obituario erróneo en 1888, en el que se lo describió como el "mercader de la muerte", lo que lo llevó a querer ser recordado por su contribución positiva a la humanidad. Esta motivación moral, combinada con su supuesto deseo de reparar el daño producido, fue la base para la creación de los premios que hoy llevan su nombre. Los primeros premios se entregaron en 1901, y desde entonces se han convertido en los galardones "más prestigiosos del mundo."
Breve Historia
Los Premios Nobel nacieron en el año 1895, en París, Francia, con la intención de reconocer la importancia a nivel mundial, de científicos, artistas y diplomáticos que trabajan en favor de una sociedad mejor, aquellos que con sus aportes han cambiado el rumbo de nuestra historia.
La dinamita, inventada por Nobel, contribuyó, entre otras cosas, al desarrollo de los ferrocarriles, la construcción de puentes y túneles que comunicaron territorios. Dicen que Alfred nunca imaginó que sus inventos serían usados con fines bélicos y terroristas.
El Nobel otorga premios de Literatura, de la Paz, de Física, de Química, de Medicina y de Economía.
Los Nobel de Paz y Economía encierran historias adicionales: se cree que el de Paz nació gracias a una profunda amistad entre Alfred y la pacifista austríaca Bertha Von Suttner y el de Economía no fue establecido por Nobel, sino por el Banco Nacional Sueco, en 1968, y nombrado así en su honor.
Los primeros ganadores fueron el físico Wilhelm Conrad Röntgen, el químico Jacobus H. van Hoff, en bacteriólogo Emil von Behrin, el escritor y poeta Sully Prudhomme, el empresario Henry Dunanty, el político Frédéric Passy.
Entre los años 1940 y 1942, no se entregaron los Nobel como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Además, en 45 ocasiones hubo categorías a las que no se otorgaron. La historia de los Premios, registran a seis personas que han declinado recibirlos: Jean Paul Sartre, Le Duc Tho, Richard Kuhn, Adolf Butenandt, Gerard Domagk y Boris Pastenak, los cuatro últimos obligados por los gobiernos de sus países: Alemania y la Unión Soviética.
Uno de los personajes nominados en varias ocasiones pero que nunca lo ganó, fue Mahatma Ghandi, político indio, símbolo del movimiento pacifista del siglo XX. En Colombia, sólo dos personas han sido reconocidas: Gabriel García Márquez, en 1982, premio Nobel de Literatura y Juan Manuel Santos, ex presidente de ese país por su trabajo en el “acuerdo de paz” con las FARC, que, nobleza obliga, hay que recordar que cerca de 300 excombatientes de las FARC han sido asesinados desde la firma del acuerdo, y enfrentan amenazas constantes, especialmente en regiones como la costa del Pacífico y el Catatumbo.
https://plataforma.bucaramanga.upb.edu.co/acontecer/la-historia-de-los-premios-nobel
La gestión de Juan Manuel Santos como ministro y bajo las ordenes de Uribe, se vio marcada por el auge del fenómeno conocido como "falsos positivos", donde miembros de las Fuerzas Militares, con la excusa del combate a la guerrilla, ejecutaron a civiles y los presentaron como combatientes muertos en combate, un hecho que ha sido objeto de durísimas críticas por parte de defensores de derechos humanos y organizaciones internacionales.
Y ya que estamos con adjudicaciones dudosas de este premio, no podemos soslayar el otorgado al recién asumido presidente de los EEUU, Barak Obama, quien durante su gobierno, ordenó intensas operaciones militares aéreas y con drones en varios países de Medio Oriente y África: Afganistán, Irak, Pakistán, Yemen, Somalia, Libia y Siria. En Libia asesinó a su líder Muhamar Gadafi y sumió al país en un caos del cual, hasta hoy, no ha podido salir.
Otro premio Nobel de la Paz controvertido es el otorgado a Henry Kissinger, un señor que escapó de la Alemania nazi emigrando a los EEUU y que el tiempo y el poder transformó en el hacedor de la política exterior de los EEUU. En América Latina, propugnó y avaló todos los golpes de Estado y las dictaduras más sangrientas y puso en el poder, nada más y nada menos que al general Augusto Pinochet luego del golpe de Estado y asesinato del presidente Salvador Allende en Chile, en 1973, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿hay planes para otro Salvador Allende?
Argentinos en los Nobel
Los cinco argentinos galardonados con el Premio Nobel
Argentina, tiene en su cuenta cinco Premios Nobel, en distintas categorías: El primero de ellos, es Carlos Saavedra Lamas, abogado y político argentino que ocupó el Ministerio de Relaciones Exteriores como canciller del gobierno de Agustín P. Justo y se le adjudica paternidad del acuerdo que puso fin a la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, el 12 de junio de 1935. Recibió el premio en 1936.
Otro argentino fue Bernardo Alberto Houssay, médico, catedrático y farmacéutico, quien descubrió el papel de una hormona en el lóbulo pituitario anterior en el metabolismo del azúcar, lo que permitió el desarrollo de tratamientos para la diabetes. Recibió el premio en 1947.
El doctor Luis Federico Leloir, médico, farmacéutico y bioquímico, lo recibió en 1970 por sus investigaciones sobre los nucleótidos de azúcar y su papel en la formación de los hidratos de carbono.
Nuestro querido Adolfo Pérez Esquivel, activista, profesor, escultor y pintor, destacado defensor de los derechos humanos y del derecho a la libre determinación de los pueblos y proponente de la teoría de la liberación. En 1980 recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor inspiradora para los reprimidos de América Latina, especialmente durante la dictadura militar.
El último de la tanda de argentinos es César Milstein, químico, quien recibió el Nobel de Medicina, en 1984, por sus investigaciones sobre los anticuerpos monoclonales.
Para finalizar esta brevísima reseña de lo que es el Premio Nobel, digamos que el galardón otorga 9 millones de coronas suecas, el equivalente a un millón de dólares estadounidenses y una presea con la imagen de su creador.
Hasta aquí, un brevísimo pantallazo para ilustrarnos sobre este controvertido premio. Lo que podemos observar, mirando la trayectoria que ha seguido desde su fundación es que, más allá de su aparente noble finalidad, se esconde la construcción de ciertas “autoridades” en diversas disciplinas o trayectorias personales que interesan al poder y que sirvan para legitimar políticas de saqueo. Y no es que todos los premiados no sean o hayan sido merecedores de la distinción, todo lo contrario, justamente, el reconocimiento del mérito legítimo de la mayoría de ellos es lo que permite que pasen sin objeciones aquellos que son los preparados por el poder para el efecto.
Hemos tomado sólo algunos de los más resaltantes ejemplos para ilustrar las sospechas de utilización política y geopolítica que pesa sobre este Premio, el de Barak Obama, ex presidente de los EEUU, cuyo mérito para merecerlo todavía hoy no se conoce, el de Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia y ex ministro de defensa de su cuñado, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y el de Henry Kissinger, uno de los cancilleres más nefastos para América Latina, hacedor y sostenedor de tantos golpes de Estado y las más sangrientas dictaduras que asolaron el continente en los años 70.
Pero el Premio Nobel de la Paz, también le fue otorgado a Nelson Mandela, quien fue galardonado con este reconocimiento en 1993 junto con Frederik Willem de Klerk por su liderazgo en la lucha contra el apartheid y su papel fundamental en la transición pacífica hacia una Sudáfrica democrática.
Y finalmente, este premio a la acérrima opositora venezolana de la cual nos estamos ocupando en este artículo.
Como podemos ver, la institución Premio Nobel, como tantas otras, creadas por el capitalismo, no está exenta de luces y sombras. El problema es que sus sombras se proyectan sobre los pueblos que luchan por su liberación y no son inocuas. También podemos ver sus luces, pero nunca podemos ser ingenuos.
María Corina Machado - Premio Nobel de la Paz 2025
Un premio para incentivar la guerra
"Yo lo veo más bien como un premio Nobel contra la Paz" (Miguel Angel Perez Pirella - Periodista, comunicador y político venezolano)
Como bien ha expresado nuestro colectivo en su pronunciamiento sobre este, una vez más, incomprensible fundamento para adjudicar el Nobel de la Paz a la señora María Corina Machado, supuestamente por su “incansable trabajo por la democracia” en su país. La única explicación posible es que se trata de un premio para incentivar la guerra.
¿Y por qué afirmamos esto? Pues porque el único trabajo incansable que le conocemos a la señora en cuestión, es su exacerbado ADN cipayo, llamando todo el tiempo a la potencia hegemónica, aunque en franca decadencia, a intervenir militarmente en su país y derrocar a un presidente democráticamente electo, para abrir el camino al saqueo de los recursos naturales de Venezuela, a consolidar, junto a la Base Militar que pretende autorizar el gobierno argentino de Javier Milei en Ushuaia, con proyección sobre nuestra Antártida e islas del Atlántico Sur, en un movimiento de pinzas sobre Brasil, miembro fundador de los BRICs y a la obturación de cualquier posibilidad de un proceso de integración regional, situación que para nada se ajusta a las necesidades del imperio.
Claramente, se enmarca en la ofensiva político-militar de Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro, que fue ratificado en las urnas el año pasado, con las implicancias que acabamos de mencionar.
La guerra, hasta ahora comercial, contra China, el saqueo de los recursos de Venezuela (oro, petróleo, gas, coltan, agua, biodiversidad, etc.), la base en Ushuaia, Argentina, otro país con inmensas reservas naturales y el intento de aislar a Brasil, todo cabe en la copa de la guerra contra China que el imperio pretende beberse de un solo trago.
Este Premio Nobel de la Paz otorgado a la señora María Corina Machado, lo que pretende es legitimarla como autoridad para avalar el atropello, una vez más, sobre la libre determinación de los pueblos y consumar otro de los tantos saqueos impunes que tiene en su haber el imperialismo norteamericano. No debemos permitirlo y para ello es imprescindible, con la verdad bajo el brazo, emprender una tarea de concientización, fundamentalmente a los jóvenes que son quienes, de perpetrarse esta barbarie, van a sufrir las consecuencias. Por todo ello es que consideramos este como un Nobel infame y un premio para incentivar la guerra.
Nadie puede quedarse con los brazos cruzados y los comunicadores en primera fila. Debemos hablarle a los pueblos latinoamericanos, pero también al pueblo norteamericano. Trump no las tiene todas consigo, hay mucho malestar en sus propios votantes por la estafa electoral que representa. Un fenómeno parecido estamos viviendo en la Argentina, donde el presidente Milei ya no puede caminar por las calles, un problema muy serio cuando se está en campaña electoral. Se encienden luces de alerta en todo el continente. El pueblo peruano acaba de darnos una tremenda lección. Hace 20 días que están en las calles y a pesar de la feroz represión permanecieron y permanecen en las calles, no están conformes con el gatopardismo improvisado por el Congreso intentando calmar las aguas.. En Ecuador se está gestando una pueblada. Argentina ha tocado fondo y el pueblo se prepara para dar un ejemplo de democracia, no como la que pregona Corina Machado, sino una democracia con el pueblo a la cabeza.
Por último, para cerrar, volvamos por un segundo a la finalidad para la cual fueron creados los premios Nobel: “reconocer la importancia a nivel mundial de científicos, artistas y diplomáticos que trabajan en favor de una sociedad mejor, aquellos que con sus aportes han cambiado el rumbo de nuestra historia.
¿En cuál de estos postulados encaja María Corina Machado?
Este artículo fue elaborado con auxilio de la IA para la recolección de datos, pero la redacción y el espíritu de la nota es del firmante.
Arnulfo Duarte
RED DE COMUNICADORES DEL MERCOSUR
