OPINION: BALANZA
Más allá de la bronca, por perder en el desempate y el desánimo, se abre un momento en el que es conveniente poner los hechos en la balanza y relativizar la derrota. No se trata de asumir, a priori, una posición escéptica (paralizante, cínica o destructiva) ni un optimismo candido, de un voluntarismo ingenuo, sino de poner en perspectiva lo ocurrido en el Senado, dentro de un contexto que ayude a comprender el proceso y las reconfiguraciones del escenario político.