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Política nacional

¿En qué democracia queremos vivir?


 |  alejo

Desde el grupo de Mujeres y Diversidades de la Red de Comunicadores del Mercosur queremos expresar nuestra solidaridad con la periodista especializada en género Luciana Peker, asi como con las demás compañeras periodistas que el viernes 16 de marzo participaron del programa Ahora Vengo, en el medio Aire de Santa Fe, donde se le realizaba una entrevista a Luciana.

A pesar de que el conductor del programa manifestó su apoyo a las luchas de las mujeres para conquistar sus derechos e hizo insistente mención a sus acciones en ese sentido, llevó la entrevista a un momento de tensión y violencia hacia la entrevistada. Nos parece importante invitar al conductor del programa a reflexionar sobre lo sucedido. Creemos que para hablar de igualdad es preciso entender que la igualdad exige tener las mismas oportunidades. Debemos partir entonces, de entender que el periodista Luis Mino se encuentra en una situación de privilegio, no solo por ser el dueño del medio, sino también por ser varón. Luciana se lo señala claramente cuando, a razón de mensajes enviados por oyentes del programa, le pregunta si en alguna oportunidad le han señalado que sus opiniones tienen vinculación con su rendimiento sexual. Como dice Renee Goust en la Cumbia Feminazi, "la que camina por las calles con miedo soy yo". También lo explicó una de las periodistas en la mesa, no hay igualdad porque el recorrido de las mujeres para llegar a ser escuchadas y reconocidas no es el mismo que el de los varones. Entendemos que para los varones es muy difícil sentirse próximos a los femicidas, pero la realidad es que cada femicida es un hijo sano del patriarcado y debemos tomar nota de eso. No es mucho más sencillo para nosotras empatizar con las víctimas y sentir que podríamos ser la próxima. Por eso mismo, nos estamos deconstruyendo e intentando transformar nuestras realidades, teniendo en claro, como bien mencionó Luciana, que nuestras conquistas no solo nos benefician a nosotras, sino también a las que no se sienten identificadas con el movimiento feminista; a niños, niñas y adolescentes; y también a los varones. Los varones tendrán que iniciar el camino de reconocer su lugar de privilegio y deconstruir la masculinidad hegemónica en la que fueron educados para construir masculinidades y vínculos más sanos. Por otra parte, creemos importante señalar que la pluralidad o "libertad de expresión", en la que se basa el periodista para reproducir mensajes del público que den cuenta de su punto de vista, no habilitan a reinterpretar a quien se pretende escuchar, ni intentar imponer una postura por sobre otra. La pluralidad de voces y el diálogo o el debate debe basarse en el respeto por la otra persona, sin minimizar sus opiniones o intentar darle un sentido contrario al que el o la otra quiere expresar. Las y los comunicadores tenemos una responsabilidad social en este sentido, no podemos excusarnos en mensajes de la audiencia para reproducir prácticas misógenas. Si hacemos sentir mal a quién invitamos a intercambiar miradas, como mínimo podríamos ensayar una disculpa, algo que nunca ocurrió en el transcurso de la entrevista a pesar de que Luciana Peker sí expresó su dolor frente a la situación. Señalamos este hecho porque, en este contexto de violencia hacia mujeres y disidencias, creemos que es vital no comenzar a naturalizar nuevamente actitudes violentas, sean de las características que fueran. Tal como hicimos el 8 de marzo, donde pusimos de manifiesto las violencias hacia mujeres y disidencias que han encarnado una nueva forma de hacer política o se han puesto al frente de las luchas que nos unen, volvemos a reiterar el interrogante ¿en qué democracia queremos vivir? Mujeres y Diversidades Red de Comunicadores del Mercosur

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