REPRESIÓN ORGANIZADA EN LA PLAZA DE LOS DOS CONGRESOS
REPRESIÓN ORGANIZADA EN LA PLAZA DE LOS DOS CONGRESOS.
APRENDER DE NUESTROS ERRORES.
La represión en la Plaza de los Dos Congresos el pasado 12 de junio cuando se desarrollaba la concentración contra la Ley Bases amerita varias lecturas; es decir no sólo es expresar nuestro enérgico repudio a la detención de personas en dicho ámbito sino poner las cosas en contexto.
Dos cuestiones se sabían con certeza: Las avenidas estaban bajo el control de Bullrich y las calles de Jorge Macri. Lo otro; si se producían huecos en la movilización que permitieran avanzar sobre diferentes grupos, el gobierno nacional reprimiría.
Sobre la hora 15 a 15,30 eran evidentes los espacios vacíos en ese ámbito por el retiro de organizaciones sociales y algunos sindicatos sin recambios y por otro lado, una inmensa columna de distintas expresiones sociales, políticas y sindicales estacionadas sobre la Avenida de Mayo. Las fallas de coordinación fueron evidentes.
La metodología de utilizar policías y servicios de inteligencia ya es habitual y ésta como otros tantos mecanismos que utiliza el aparato represivo, han sido soslayadas por muchas organizaciones convocantes a este y otros actos: no hay un plan serio de seguridad para preservar a los propios y una estrategia para aislar a los ajenos.
Es en ese marco en que la detención a mansalva de militantes políticos, traenseúntes, comerciantes informales, estudiantes, etc. y su posterior imputación como sediciosos, terroristas y el inmediato traslado a establecimientos penales federales; ya no debe verse como un exabrupto de una fiscal o una jueza sino como una clara señal hacia adelante, para todos y todas las que pretendan manifestar su desacuerdo u oposición con cualquier medida del gobierno nacional.
Patricia Bullrich expresa esa decisión y el propio sistema a través del aparato judicial cierra filas, acuerda medidas y da sustento legal a la represión. Hay que estar preparados debidamente, porque este es el escenario en el futuro inmediato, donde la aplicación de la Ley Bases va a determinar conflictos de toda índole con absoluta certeza. La Resistencia entonces no es ya una palabra épica, o una convocatoria a la memoria colectiva, sino la prioridad en la organización de cualquier espacio del campo nacional y popular.
Desde esa perspectiva la comunicación tiene que abordar sus prioridades y también avanzar en ámbitos de coordinación, producción de contenidos y definición de estrategias frente al accionar de las fuerzas de seguridad y su apoyatura política, comunicacional, judicial y de los grupos económicos.
RED DE COMUNICADORES DEL MERCOSUR.
Patria Grande, 16 de Junio de 2024.